El herbicida para el rastrojo en campos de siembra directa

Tipos de herbicidas contra el rastrojo

Suelen clasificarse según su persistencia, movilidad dentro de la planta, acción sobre la misma y momento de aplicación.

Según su persistencia, existen los herbicidas residuales (se aplican sobre la tierra desnuda, formando una película tóxica que el rastrojo no puede atravesar) y no residuales (solo actúan sobre las plantas donde se aplica y se degradan al cabo de poco tiempo). 

Según su movilidad dentro de la planta, están los sistémicos, como el glifosato, y los de contacto, como el paraquat. En cuanto a su acción sobre las plantas, estos pueden ser selectivos (respetan los cultivos, como la metribuzina) o no selectivos (el anterior glifosato), típicos de las zonas industriales y autopistas por su gran poder de destrucción.

Mitos sobre la toxicidad de los herbicidas

La supuesta toxicidad del herbicida de rastrojo se ha mitificado hasta tal punto que existen creencias sobre su altísima toxicidad, tanto para la biodiversidad como para los cultivos mismos, para el hombre y hasta para la capa de ozono.

Nada más lejos de la realidad. Numerosos estudios coinciden en sostener que la toxicidad de los herbicidas es discutible ya que no hay una correspondencia clara entre su aplicación y el descenso de aves oportunistas. En todo caso, ese descenso acusado se debe a la desaparición de los rastrojos y malas hierbas de las que se nutren, no por su acción toxicológica en sí.

En lo que respecta al medio ambiente y la capa de ozono, los herbicidas actuales cuentan con el beneplácito de los organismos de control europeos.